Es una fase crucial que establece las bases para el éxito del proyecto. Comienza con una idea clara del objetivo, seguida de una planificación detallada que incluye la elaboración de un diseño arquitectónico, la estimación de costos y la obtención de los permisos necesarios. Este proceso garantiza que todos los aspectos del proyecto estén bien definidos antes de que comience la construcción física.

Este proceso requiere una comprensión profunda de los principios de ingeniería y arquitectura, así como de las normativas locales de construcción. El resultado es un diseño que equilibra la estética, la funcionalidad, la seguridad y la sostenibilidad.

Es el corazón del proyecto, donde los planes y diseños se materializan. Durante esta etapa, se lleva a cabo la construcción física siguiendo los diseños técnicos y las especificaciones. Los equipos de trabajo, que pueden incluir arquitectos, ingenieros, albañiles y otros profesionales, trabajan juntos para construir la estructura. Esta fase también implica una supervisión constante para asegurar la calidad y el cumplimiento de los códigos de construcción.

La finalización del proyecto de construcción es una etapa de cierre donde se realiza una revisión exhaustiva de la obra. Esta fase incluye la inspección final para asegurar que la construcción cumple con todas las normativas y especificaciones del diseño. Una vez aprobada la inspección, se entrega el proyecto al cliente. Esta etapa también puede incluir una revisión del proyecto para identificar lecciones aprendidas y mejorar futuros proyectos de construcción.